Conoce más sobre la Catedral de Sal, un tesoro a 180 metros bajo tierra en Colombia ( + Detalles ) 

El Centro Histórico destaca por su hermosa e imponente Catedral. Muy cerca se encuentra el Palacio de Nariño, sede de gobierno, así como la Plaza de Bolívar, el Museo de Oro y de Las Esmeraldas y museos como el de Botero y el Nacional, además de bares y restaurantes.

Uno de los lugares más emblemáticos, ubicado cerca de Bogotá, es la Catedral de Sal, una mina de sal ubicada en el municipio Zipaquirá, que se encuentra a 180 metros bajo tierra y que puede ser recorrida en un viacrucis bajo efectos de luces, enormes piedras y diversos colores. 

Se trata de un tesoro oscuro que hará sentir a quienes lo visitan como mineros y que consta de un recorrido a pie por varias estaciones que simulan la muerte y la resurrección de Jesús, bajo una temperatura promedio de 14°C.

Transporte público, vehículo particular o tren desde la ciudad de Bogotá son las opciones disponibles para llegar a la Catedral de Sal. Estos espacios cuentan con servicio de estacionamiento. Para quienes se trasladen en tren o transporte público lo más recomendable es caminar para disfrutar de la ciudad y espacios naturales del Parque de la Sal. 

La historia

Para la construcción de esta mina, inaugurada en 1995, se extrajeron al menos 250 mil toneladas de roca sal. Destacan los guías turísticos que esta mina posee la mayor reserva de roca sal en el mundo. 

Luego de adquirir un boleto de entrada en las instalaciones de la Catedral de Sal, un grupo de guías se encarga de orientar el recorrido que comienza con un poco de historia, además de dar a conocer algunas normativas importantes. Es necesario mantener pasos firmes y no alejarse del grupo asignado para el paseo.

Al adentrarse, la oscuridad marca el inicio de los túneles que dirigen hacia el viacrucis que comienza con la exposición de enormes piedras talladas e iluminadas. Cada una de las estaciones son explicadas de manera detallada y respondidas sus dudas e inquietudes al tiempo que quienes deseen pueden fotografiarse.

Según comentan los encargados del tour, la explotación de esta mina tiene una historia que recorre tiempos precolombinos, atravesando los coloniales y republicanos. Indígenas muiscas habrían sido los primeros en beneficiarse de este enorme yacimiento de sal, convirtiéndola en una de las sociedades prehispánicas más prósperas de aquellos tiempos. 

La música sacra y el juego de luces son protagonistas en el recorrido por la Catedral de Sal. Tras conocer el viacrucis, se observa la capilla de la Virgen de Guasá, considerada uno de los espacios más importantes para quienes con su trabajo crearon la mina. “La Morenita” es la patrona de los mineros, por lo que la capilla busca brindarle un sentido homenaje.

Mientras se recorren estos espacios también se puede ver una gran cúpula de 11 metros de alto y ocho de diámetro, la cual simboliza la unión entre la tierra y el cielo. Este túnel está dividido en varias naves, una de ellas es la Nave del Nacimiento, donde se destaca el bautisterio representado por una cascada de sal cristalina. 

Asimismo, se encuentra la Nave de la Vida, que alberga el altar mayor y la cruz más grande tallada en roca salina del mundo, así como un medallón de La Creación, cuya obra es del escultor Carlos Enrique Rodríguez Arango, y la Nave de la Muertë y la Resurrección.

con información de: El Universal

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