Chamos de Margarita crean prótesis de brazos con impresión 3D

El compromiso social, la solidaridad e innovación son una poderosa combinación para lograr objetivos significativos y transformadores en la sociedad, y es eso lo que han logrado un grupo de estudiantes del Colegio Guayamurí, en el estado Nueva Esparta, con la creación de prótesis de brazos a través de la impresión 3D.

El compromiso, que implica la voluntad de contribuir al bienestar colectivo; la solidaridad, que invita a apoyar a los más vulnerables y la innovación, para encontrar soluciones creativas y eficientes a los problemas, son los que se ponen en práctica con el programa Una mano amiga, que es parte del área de proyectos y programas especiales de esta institución educativa privada ubicada en la ciudad de La Asunción, municipio Arismendi.

Es coordinado por Mariacristina González, quien explicó en un programa de radio local que el proyecto de creación de prótesis de miembros superiores con impresión 3D se inició una vez que la institución adquirió dos impresoras de este tipo, y comenzaron a explorar con los estudiantes una tarea alineada a sus valores de solidaridad y compromiso social. Fue así como surgió la idea de imprimir prótesis para personas que hayan perdido los brazos.
Desde hace más de un año, los docentes y estudiantes del Guayamurí involucrados en el proyecto, vienen trabajando de la mano de una fundación internacional denominada E-Nable, y hasta ahora, han logrado crear y donar cuatro prótesis.

Prótesis donadas

La doctora Musa Eekhout, cirujano pediatra, representante y orientadora de este proyecto, explicó que el equipo ya ha entregado cuatro prótesis “que significan un impacto social maravilloso porque hemos llegado a personas que sufren por no poder desenvolverse bien físicamente, ya que le falta un miembro”, agregó.

Comentó que la primera prótesis donada fue a un niño de 10 años que perdió un brazo en un accidente de una moto, y gracias a esta prótesis experimentó una transformación emocional y pudo retomar su vida escolar.

El segundo caso fue un extrabajador del Metro de Caracas que tuvo un accidente laboral, y la tercera prótesis se donó a una persona que lleva años amputada.

La cuarta se hizo para Miguel Meza, y al respecto, los estudiantes participantes del proyecto, Daniel Denis y Hassan Hamoud, destacaron su pasión por los temas de innovación como la robótica y construcción en 3D, pero más allá de eso, afirman que esta iniciativa les ha despertado el deseo de ayudar a la sociedad a través de su conocimiento.
“Hacemos esto no solo para que una persona tenga su brazo, sino para que se sienta mejor consigo misma y tenga mayor capacidad de acción en su día a día”, dijo Hamoud.

Por su parte, Meza, quien obtuvo la prótesis luego de tener más de 20 años amputado, manifestó su satisfacción por formar parte de esto. “Estoy muy contento porque en este programa no solo ayudan a personas con una discapacidad, sino que te llevan a vivir su propio proceso de aprendizaje, ver la sensibilidad de los estudiantes es muy satisfactorio, sobre todo en la sociedad que vivimos que es tan necesario despertar la humanidad en los niños y jóvenes”, afirmó, reseñó una nota de prensa difundida por la institución.

Las prótesis de este tipo tienen un gran alcance, debido a que se hacen en beneficio de personas que ven una mejoría de su calidad de vida y autonomía, así como de su salud mental, transformación social y emocional.

Además, es un hecho aún más significativo que aquellas personas que sufren por la amputación de un miembro superior puedan recibir una prótesis en calidad de donación, porque, por lo general, se requiere de altas cantidades de dinero para adquirirla.

Con información de Últimas Noticias

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